Una mirada que nunca nos dirigimos,

una palabra que jamás se pronunció,

un deseo que no se expresó,

un pensamiento que quedó en el fondo de tu mente,

una sonrisa que nunca se dejó ver,

una tarde bajo la lluvia que no existió,

un abrazo que jamás se dio,

una verdad que no se dijo,

un beso que siempre nos faltó.

El tiempo pasa. Para algunos puede hacerlo lentamente, y para otros, muy rápido. Pero lo cierto es que muchas veces nos perdemos situaciones solo por esperar algo mejor. La vida pasa y nos quedamos mirándola, observándola, pensando que alguna vez va a ser nuestra.